¡RECUÉRDALOS.PUEBLO! (cesado)

Nació en Barquisimeto en 1974. Estudio en un colegio de monjas y desde muy niña tenía la ilusión de aparecer por menos en una cuña de la TV. Abandonó unos estudios de contadora que hacía para participar en el Miss Venezuela 1994, en el que participó como miss Lara. Desde entonces, descubrió que su vida estaba en la farándula, el cine y la TV, dedicándose en lo sucesivo a participar en producciones telenovelescas en las que inicialmente encarnó papeles como la villana de la partida ("Como tu ninguna" (1994) "Sol de tentación" (1996), "Toda mujer" (1999)); "El país de la mujeres" (1998) le da una oportunidad protagónica, donde cosecha buena crítica. Otras producciones: "Amantes de luna llena", "Cazando un millonario", "Mambo y canela", "Las González", etc, alternando actuaciones en el teatro donde fue dirigida por Jorge Palacios y Guillermo Dávila. De acuerdo con una biografía autorizada, cumple otro sueño, la de ser animadora de un programa, en su caso del programa del Kino Táchira. Oye a Ricardo Arjona, Carlos Sabina y a los Hombres G.

Pero no es sino cuando ya disparada como actriz protágonica en Venevisón parece descubrir su segundo sentido de su vida: la política, hasta el punto que en el canal donde trabajaba le tuvieron que preguntar si se consideraba actriz o política, siendo despedida a la postre. No pudieron tolerar el impacto que representaba la propuesta de la actriz: filmar telenovelas mientras a un tiempo salía a marchar contra la dictadura que, en su criterio, hay en Venezuela con Hugo Chávez, participando en trifulcas callejeras, como la protagonizada en el Teatro Teresa Carreño junto a Amanda Gutiérrez (otra actriz) y Yon Goicoechea (representante estudiantil) para sabotear la sesión de la Asamblea Nacional donde se hablaría de reforma constitucional. En esa ocasión fue tildada de "fascista" por la presidente de la Asamblea. Aparentemente su filón político sale a colación en ocasión de deplorar que no se le haya renovado la concesión de transmisión a Radio Caracas Televisión (RCTV).

Una vez desempleada, repotencia su actitud de participación política, aclarando que se dedicará al teatro mientras no pueda hacer cine o telenovelas y esperando, según apreciaciones de mucho, ser postulada para algún cargo de elección popular en el país, según en Venezuela es costumbre que personas de la farándula desempeñen cargos de dirección política (vea sobre el tema en "Los candidatos de la farándula política venezolana") Según propias declaraciones, cuando se define para lo político oficialmente, hará trabajo político con los estudiantes, participando en marchas y organizando (vea "Fabiola Colmenares política").

El siguiente video la muestra en plena acción de declaraciones de carácter político, donde intenta aclarar cuál es el quid de su propuesta personal de actriz política.


Propuesta que nunca queda clara, no entendiéndose semejante oficio con la claridad como se entiende el de médico, actor, odontólogo, futbolista o deportista. Su actitud temeraria de acudir al gobierno (Villa del Cine) para filmar películas de producción bolivariana, como la película Miranda, para luego despotricar de ellas con gran saña burlesca y política, no parece presentarle la mejor imagen de confianza para formar equipo en plantas de televisión que producen novelas. Con razón la actriz se queja de desempleo, hay que decir, si se apela a esa actitud tan descoordinada de una mente que piensa una cosa y cuerpo que ejecuta otra cosa. Meses antes de su zaperoco en el Teresa Carreño, con todo y la animadversión que el "régimen" le inspira, había aceptado ser la imagen de la XXXV Feria Internacional de Barquisimeto, contratada por el alcalde Henry Falcón. Para entonces nada decía de la monstruosidad de un gobierno que no deja trabajar a los artistas y para entonces, tampoco, se sabía de su específica actitud de reaccionar de modo tan siniestro contra sus lugares o fuentes de trabajo.

Su propuesta de ser actriz política no ha sido entendida en el país, pero al menos algo se sabe de su naturaleza, como ella misma lo demuestra hoy, siendo política cuando no puede trabajar como actriz, como en el pasado había sido actriz cuando no era política, lamentando siempre que no le acepten ser las dos cosas. Al menos eso, tal estilo dual, le ofrecería trabajo siempre, a contrapelo de lo protestado por ella misma cuando se considera desempleada.

Habría que dejar pasar el tiempo y corroborar, sea dándole un cargo público o trabajo, hasta dónde llega su fuelle de repentina luchadora social.

Nota: véase Encuesta de elección de Fabiola Colmenares para este post, un mes antes.