¡RECUÉRDALOS.PUEBLO! (cesado): Carlos Ortega

Preliminar

Recordar el pasado para no hundirnos nuevamente, más que un acto de supervivencia política es un gesto de amor por la patria, y más que un gesto, es un hecho instintivo, porque nadie nunca pretenderá su autodestrucción. No aceptamos, pues, el argumento de que esta página promueve el odio entre paisanos. Lo dicho está sustentado siempre en el contexto de la prensa responsable venezolana, con nombre y apellido, y es del conocimiento abierto de todos. Me identifico claramente al pie de cada post. Para aquel que tuviere alguna objeción respeto del contenido de la página, le sugeriría primero echar un vistazo en la red, en páginas como, por ejemplo, reconocelos.com y otras que hacen un trabajo de contraparte, recordando el sabroso refrán que reza "Lo que es bueno para el para el pavo lo es también para la pava" Digamos también que la ley es lo primordial en una república, y que en la nuestra el imperio de la ley nos procura una hermosa libertad de opinión, de la que soy individuo en sujeción.

martes, febrero 06, 2007

Carlos Ortega

Recopilado por Oscar J. Camero en 7:15 p. m.

Extinto presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), hoy prófugo de la justicia venezolana.

Sentenciado a 15 años de prisión por rebelión civil, instigación a delinquir y porte de documento falso (véase la nota en http://www.globovision.com/news.php?nid=16082). Jugó un importante papel en la desviación de la marcha opositora hacia la mortandad que tuvo lugar en el centro de Caracas, en los sonados hechos de abril de 2.002. Conocido por su expresión vehemente y ruda, muchos recuerdan cómo pidió la muerte del presidente de la república durante una concentración en Miami, el 18 de enero de 2.003: "ni un paso atrás... que muera el tirano" ( http://www.aporrea.org/dameverbo.php?docid=4263 )

El siguiente video muestra una panorámica de su vida, la cual alcanzó su cúspide en los esfuerzos del año 2.002 por derrocar al presidente Hugo Chávez Frías.

La CTV es una creación adeca, con vicios y mañas genéticos, cuyo trabajo a lo largo de décadas consistió en birlarle los derechos laborales a los venezolanos, a sus espaldas, en vez de defenderlos, como le corresponde a una organización de su género.